Un estudio de la universidad de Bristol (Reino Unido), ha demostrado que tener plantas silvestres en los bordes de tierras de cultivo fomenta la polonización. La investigación ha revelado que dicho echo ayuda a garantizar la vida de insectos polonizadores en tierras de cultivo cada vez sometidas a mayor producción. Una vez desaparecida la flor de las plantas de cultivo, los insectos polonizadores tienen que encontrar la comida en otra parte, entonces si hubiese campos silvestres cerca no deberían de abandonar el lugar.
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